A PROPOSITO DEL IFE, QUE ES LA DEMOCRACIA MEXICANA

Sala de Sesiones del Consejo General del IFE
La democracia es tan sólo un ideal, aquí y en China y en todas partes. No es algo que podamos decir, real, sino más bien, es una aspiración en el mundo de las ideas, no de lo que “es”, sino de lo que “debe ser”.
Me llama mucho la atención este tema, porque el Instituto Federal Electoral, acaba de cumplir veinte años de su creación; y también, permitome decir, que en el mismo camina, irán también, los distintos institutos electorales, que existen en cada entidad federativa de este país, algo así como treinta dos institutos electorales, incluyendo el Distrito Federal, lo que nos hace sumar un total de tan solo treinta y tres institutos electorales, y no por esa razón, podemos decir, que el México de hoy, es treinta y tres veces más democrático de lo que fue hace veinte años. ¿o si?.
¿Qué es la democracia entonces?. … ¡Elegir al más popular¡. … ¡la voluntad mayoritaria¡ …. ¡elecciones limpias y transparentes¡ ….¡sufragio efectivo¡ …. ¡gobierno legitimo y popular¡, ¡libertad de votar o no votar, de pensar, discutir, escribir, de hacer lo que uno quiere¡; …o simplemente, democracia es mera poesía política, discurso emotivo, a veces irracional, a veces demagógico y fantasioso.
Permitome iniciar un pequeño debate, de lo que es democracia, para entonces, tratar de definir, mi propia concepción de democracia y en particular, de la democracia mexicana; no sin antes de hacer la advertencia preliminar, sobre mi soberbia intelectual, la tratar de definir un tema, que ni los grandes ideólogos del planeta en todos los tiempos, lo han podido hacer. … ¿Por qué entonces tendría que hacerlo yo?. …¡Vaya manera de reflexionar sobre un tema, del que han escrito plumas realmente inteligentes, que el de la voz no podría jamás igualar, pero si en aras de su espíritu democrático, y en ejercicio de la democracia, me atrevo a formular esta opinión muy particular. Recomendaría para ello algunos ensayos de Norberto Bobbio y Fernando Savater, para tratar de entender, lo que a expondré, de la manera más entendible que me sea posible. (El Futuro de la democracia, Fondo de Cultura Económica, México 2005 y Política para Amador, Editorial Ariel, Barcelona 1992, respectivamente).  

Representación de una asamblea griega

La democracia, es un invento griego, su ejercicio se realiza dentro de la polis, en la comunidad hombres libres, donde de manera igual, pueden discutir, elegir y revocar a sus dirigentes, crear problemas y plantear soluciones; el principio de la democracia, es la isonomia, aceptar que las leyes rigen para todos; la democracia es por lo tanto, sinónimo de la igualdad de los derechos meramente políticos. Todos los hombres libres, pueden por lo tanto, ejercer la democracia. Este ideal fue retroalimentándose con la ideología del Estado liberal. Aquella forma de organización social que pregona la libertad, el Estado de derecho a través del cual el poder político se encuentra limitado por el Derecho y en donde también el Estado, no puede interferir, cortar, restringir, limitar, condicionar, de ningún modo,  la libertad de sus ciudadanos. La democracia, es por lo tanto, una forma de organización social, a través de los cuales, el Estado debe garantizar a sus miembros, las libertades de asociación, opinión, expresión, participación y obviamente, de sufragio.
Pero este concepto de democracia debe ser real y no mero ideal; su concepción de la época de ilustración, fue diseñada en sociedades pequeñas, donde el mundo era más pequeño y donde los asuntos públicos, podrían tratarse de forma inmediata, en una asamblea popular, sin intermediarios. Pero la sociedad evoluciono, la industrialización llego en todos los rincones y con ello, la población también creció, entonces los asuntos públicos se fueron alejando cada vez mas del individuos, hasta que finalmente, se volvieron estos mas técnicos y mas tediosos; así que para que ningún individuo se sintiera excluido de las decisiones del grupo, tuvo que aceptar la representación, como una forma o mecanismo, para poder ejercer la democracia, y también, tuvo que reconocer le gustara o no, la profesionalización de los representantes populares, administradores, diestros en el arte de gobernar.
Pero entonces, la democracia se convirtió en una elite, o en un grupo de elites, que tomaron el control de las decisiones públicas. Estas elites, entiéndase “nuestros representantes”, jamás han planeado acabar con las otras elites, sino por el contrario, se han sumado a estas y han generado desde su posición, el surgimiento de nuevas elites políticas; de tal manera, que no sería nada absurdo imaginar, que la democracia del presente, versa ya no en las discusiones de los hombres libres, al más estilo de las asambleas griegas, sino de las elites criticas y de poder que desempeñan distintos roles en las sociedades humanas.
La democracia ideal aspira a ser inmediata, pero la realidad sucede, que esta inmediatez no puede ser en sociedades de millones de habitantes y con complejidad de problemas. La democracia ideal, aspira a ser transparente, pero la realidad también nos dice, que las elites o nuestros representantes, son lo más discrecionales que pueden ser, finalmente las grandes decisiones se toman en pequeños círculos y no, frente a todos. Así las cosas, la democracia aspira a educar a sus ciudadanos para que estos puedan participar en libertad, pero la realidad es que también, no existen seres educados y libres, cada uno de ellos piensa en forma diferente y su formación, puede ser variada conforme a los principios y la ideología con la que fue formado en la familia y en la sociedad; tampoco puede ser libres, porque muchos de ellos, por mera necesidad de sobrevivencia o a su instinto de conservación, se encuentran sujetos a un poder, que restringe sus decisiones. La democracia exige un gobierno de todos, pero la verdad, es que ese gobierno es de técnicos, o al menos debe ser de técnicos, los problemas de cualquier comunidad no se resuelven con buenas intenciones, sino con decisiones correctas, objetivas, debidamente planeadas, dirigidas y controladas. Finalmente la democracia ideal, debe garantizar paz, continuidad, progreso, bienestar para todos, pero resulta que en realidad, las sociedades democráticas, generan conflicto, ingobernabilidad, desestabilización, crisis y malestar para todos.
Ahora que hemos expuesto, la democracia que es y la democracia que debe ser, preguntome entonces, cual es la democracia mexicana.
Existen algunos políticos mexicanos, que creen que la democracia se ejerce todavía al más estilo de los griegos, en la plancha de la Constitución, con aclamaciones, pancartas, expresiones de júbilo o de injurias y rechiflas al mal gobierno; obviamente, ese sistema de concebir la democracia, está totalmente superado. Ninguna marcha, manifestación, mitin, por muy multitudinaria que sea, significa que sea o pueda ser democrática.
  
Manifestación en el Zócalo, Ciudad de México
En este país de más de 105 millones de habitantes, es imposible pensar en el asambleísmo como una forma de ejercer la democracia. A lo mucho en el zócalo cabrían 500 mil personas, ni siquiera el 1% del total de la población, muestra que científicamente no sería ni valida ni confiable, para poder tomar decisiones, menos aún, elegir proyectos de gobierno, o bien, hasta coronar a gobernantes de facto, por muy aclamados, carismáticos que sean.

Entonces la democracia mexicana se ejerce con elites. Existen por lo tanto nuestros representantes; si es así, entonces, debemos estar tranquilos que nuestra forma de gobierno prevé la existencia de partidos políticos, como instituciones de interés público, que sirven de intermediarios entre el poder público y la inmensa ciudadanía; partidos políticos, que gozan de financiamiento y que en teoría, deberían ser corporaciones dedicadas educar a la ciudadanía; pero la verdad es que eso tampoco sucede; la partidocracia mexicana, es una oligarquía, en la cual, distintos personajes se niegan a dejar de vivir del presupuesto y hacer cosas realmente productivas, pues su presencia en los asuntos públicos del país, no ha sido por gracia, de todo eficiente. ¡Eso si hablan mucho¡…¡pero hacen poco o casi nada¡.

Logos de los principales partidos politicos en México

 La democracia mexicana aspira a ser transparente y que sus actos sean del todo públicos; pero resulta que tampoco es así, aun pese a contar con leyes e instituciones electorales confiables, inclusive, recientemente con leyes de transparencia que obligan a las autoridades a rendir cuentas del manejo de los recursos y del perfil de sus servidores públicos. La verdad, es que la democracia, también existen poderes reales, escondidos, algunos les llaman “mafia”, otros le llamarían “sociedad secreta”, otros en cambio, “grupos de intereses”, sea lo que fuera, las decisiones políticas se asumen en la discrecionalidad, aunque después, adquieren una forma legal que los hace públicos.

La democracia mexicana rige el principio de isonomia, todos los seres humanos somos iguales; y para desgracia de las minorías, las mayorías son las que mandan; así que en una república donde existen más pobres que ricos, la mayoría de los electores son los pobres; y de igual forma, en esa misma república, donde conviven los letrados y los ignorantes, son estos últimos, los que también por mayoría toman las decisiones. Por lo tanto, no quisiera pensar, que la democracia real sea el gobierno y de las decisiones de las mayorías de los pobres ignorantes. Si esto es así, entonces, entendería muchas cosas, que ningún político se atrevería a decir. ¡Quizás, esa sea la razón de que el país, este tan mal¡.
Siguiendo esta discusión, la democracia mexicana o es el gobierno de los pobres o de los técnicos. Porque si fuera de los pobres, sería un “pobre gobierno” y si fuera el gobierno de los técnicos, no podría ser democrático, por tratarse de una minoría elitista. No debe pasar desapercibido que el gobernante o el administrador exige formación, conocimiento, lealtad al Estado, disciplina, pero esos ideales, solamente son posibles, en la construcción de un estado democrático; donde a ningún actor político sea descalificado por su historia, por su imagen, su partido, su ideología, su forma de exponer. Nada antidemocrático puede ser, que la intolerancia hacia una persona o forma de pensar. Así que llamarles a los técnicos en forma peyorativa “vende patrias”, “neoliberales”, “tecnócratas”, “científicos”; o llamarles a nuestros políticos: “chupacabras”, “traidores”, “populistas”, “peligros para México” o inclusive, “excremento”, ameritaría reconsiderar si en veinte años hemos podido construir una sociedad democrática que descalifica, o por el contrario, una sociedad que añora el autoritarismo, de querer destruir a su adversario; primero a través del lenguaje soez y después a través de …
La democracia exige paz, continuidad, respeto a las reglas, al adversario, al resultado de las decisiones públicas; la democracia debe ser tolerante aún con los intolerantes, debe promover el dialogo, aun con los violentos, debe ser ejemplo de rectitud y honestidad, aún con los corruptos, debe ser educado aún con los vulgares. Debe regir para todos, sin exclusión de nadie.
Construir la democracia es tarea de todos. No de los políticos; no del IFE, no de un partido político o candidato a la presidencia, ni mucho menos del resultado elecciones.
La democracia, es la tarea pendiente e inconclusa, de este país.
¡Seamos entonces, idealista y realmente democráticos¡.




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